Mónica Pérez, bióloga especializada en microbiota: "Recuerda que el magnesio, como todos los suplementos, tiene que ser un empujón, no la solución a todos tus problemas"

El magnesio ha ganado popularidad como suplemento esencial para mejorar el descanso, aliviar el estrés o regular el tránsito intestinal, pero confiar ciegamente en sus beneficios puede llevar a una visión equivocada de la salud. La advertencia llega de la mano de Mónica Pérez, bióloga especializada en microbiota, quien subraya que su uso debe ir acompañado de un enfoque más amplio del bienestar.

“Recuerda que el magnesio, como todos los suplementos, tiene que ser un empujón, no la solución a todos tus problemas”, advierte la especialista en un vídeo publicado en la cuenta de Instagram (@somosmicrobiota). A pesar de sus propiedades para combatir los calambres, facilitar el sueño o reducir la ansiedad, el consumo de diferentes tipos de magnesio sin una evaluación adecuada puede resultar contraproducente.

El error de confiar únicamente en los suplementos

El uso excesivo de complementos alimenticios ha crecido en paralelo a la búsqueda de soluciones rápidas para el cansancio, la niebla mental o el malestar digestivo. Sin embargo, Pérez recuerda que ningún suplemento sustituye los hábitos de vida saludables. “El magnesio ayuda. Mucho. Pero no hace el trabajo por ti”, subraya, insistiendo en que su eficacia solo tiene sentido cuando se acompaña de un descanso adecuado, una buena alimentación y actividad física regular.

La especialista considera esencial “escuchar al cuerpo” antes de buscar alivio en suplementos. Su mensaje no desacredita el magnesio, sino que invita a reflexionar sobre su función real: apoyar, no sustituir. “El problema está si crees que necesitas todos los tipos de magnesio a la vez”, alerta.

El magnesio no debe convertirse en una muleta que oculte desequilibrios más profundos. Tal y como explica Pérez, el verdadero cambio empieza por adoptar una visión integral de la salud. “Primero escucha a tu cuerpo. Luego, suplementa con cabeza”, concluye. Esta reflexión abre un debate necesario sobre el papel de los suplementos en la rutina diaria: útiles, pero nunca sustitutos de una vida consciente y equilibrada.